Ha venido otra vez en la noche mi muerte

Lermo Balbi

Y he aquí el límite en que nace el alba
sobre los montes. Ligera mañana se descuelga
ya entre las flores de escarcha puestas a sangrar
antes de que el sol las hiera.
En la hierba helada una sombra de invierno que es larga
hace gigante mi cuerpo. Pero no he crecido,
apenas si intento superar la noche
con estas palabras que se dijeron
en la agonía de un hombre:
"su alma ya no vive en su esqueleto".
Ha venido otra vez a la medianoche mi muerte,
pero ya no pasa inadvertida:
cada flor que se abre se condena a sí misma
y estamos como las flores en el límite.