Apenas detenido entre la fronda

Lermo Balbi

Un otro octubre que avanza
por los signos de la noche hacia el fulgor
de las estrellas que incierta agonía envuelve
de suspiros, de ondas, de hojas que descienden.
Y círculos de fuego desde el vuelo
de las harpías aves de las sombras
se rinden al amor de una magnolia abierta apenas
y distante.
Ese es el alado rumor de la fronda temblorosa
que une al áfono eco de la nada
la marcha del río y las riberas.
En cada gozo, desde el celestial alumbramiento
de astros y tormentas, mundo de insectos, de bestias
y de pasos. Y casi resumida en la hojarasca,
por entre el caserío en sueño,
mi sombra de ayer que no perturba.