Prólogo a "Cuentos originales"

Jorge Luis Borges

Este prólogo no solamente lo es de este libro sino de cada una de las aún indefinidas series posibles de obras que los jóvenes aquí congregados pueden, en el porvenir, elaborar. Es verosímil que alguno de los ocho escritores que aquí se inician llegue a la fama, y entonces, los bibliófilos buscarán este breve volumen en busca de tal o cual forma que no me atrevo a profetizar.

El alma de los jóvenes es espontáneamente hospitalaria; debemos aprovechar esa hospitalidad, que no excluye ninguna faceta del múltiple universo, para la disciplina de la educación del gusto estético, que los años y el hábito de la lectura irán afinando. Así lo han entendido quienes dirigen el Departamento de Letras del COLEGIO DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN y han compilado esta antología, obra de la pluma de los alumnos de quinto año. Querría detenerme en alguno de los cuentos que siguen —verbigracia, en aquél que nos refiere las vicisitudes de un viaje triste que sólo comprendemos al fin— pero he advertido que en las listas lo único que se nota, o lo que más se nota, son las omisiones, y por ello prefiero eludir cualquier énfasis.

Al cabo de los siglos, la letra de molde, desdeñada al principio por los calígrafos, tiene un prestigio casi mágico y de algún modo da una mayor realidad a los textos.

Excelente me parece la idea de reunir e imprimir los 14 relatos que conocerá enseguida el lector. Su publicación será un estímulo para los jóvenes que los escribieron y un placer, no exento de sorpresas y de emoción, para quienes los lean.

Este libro trasciende su originario propósito pedagógico y llega, íntimamente, a la literatura.

Jorge Luis Borges

Buenos Aires, 7 de octubre de 1965